Un nuevo Maratón de cuentos en el que hemos participado apoyando el puestecito de libros y las actividades de El Rincón Lento (talleres, cuento, ilustraciones…) y en el que, por supuesto y no podía ser de otra manera, hemos contado unos econoplásticos cuentos y chascarrillos con el club de lectura de economía de la biblioteca.
Un aplauso muy grande a María (con el Mercader de Venecia), a Mamen, Henar, Marcos (con nuestro Lunes antes de almorzar perfectamente teatralizado) y a Joserra (con El financiero y el pescador). Y otro aplauso grande a los que madrugaron para escucharnos.
EL FINANCIERO Y EL PESCADOR
(Versión econoplástica de «El pescador satisfecho» de Anthony de Mello)
Erase una vez un pescador que descansaba tumbado en su barca leyendo un libro, tomando una cervecita, escuchando música y dando pequeñas cabezadas cuando de repente se le acercó un yate de 33 metros de eslora que llevaba al mando a un rico financiero.
El financiero se asomó y saludó al pescador:
– Buenos días
– Buenos días -contestó el pescador.
– ¿Qué? ¿No hay buena pesca hoy?
– Sí, sí. Hay muy buena pesca.
– ¡Ah! ¿Entonces que haces ahí descansando?
– Nada, ya he pescado suficiente por hoy y estaba aquí tranquilamente leyendo antes de volver a casa.
– ¿Volver a casa? Si son las 12.00 de la mañana. Pero, ¿por qué no aprovechas para ir a pescar más?
– ¿Y qué haría con eso? – respondió el pescador.
– Pues tendrías más producto que vender y podrías obtener más beneficio.
– ¿Y qué haría con eso?
– Pues podrías invertir ese beneficio en un motor con lo que podrías navegar más rápido y en aguas más profundas con lo que aumentarías la productividad y obtendrías todavía más beneficio – explicó el financiero.
– ¿Y qué haría con eso?
– Pues podrías adquirir una flota entera o hacerte con barcos de la competencia. E incluso podrías contratar bien baratita a toda una tripulación a tus órdenes, expandirte por aguas internacionales y así pescar todavía mucho más.
-¿Y qué haría con eso?
– Pues podrías generar un montón de fondos con los que invertir en los mercados financieros como yo: mercados de futuro de atún, derivados del rodaballo o certificados de seguros de sardineta. Aquí sí que podrías ganar muuuuuuucho dinero.
– ¿Y qué haría con eso?
– Pues te podrías comprar 4 casas, 5 coches, 2 caballos, 8 televisores de plasma, un lavabo con grifería de oro y hasta podrías comprar un yate como el mío con el que podrías salir al mar, navegar libremente y disfrutar de la vida.
– ¿Y qué coño te crees que estoy haciendo en este mismo momento? – Contestó el pescador satisfecho.
Chimpón