El European Econop Tour prosigue con su particular ritmo lento (y no tan lento).
Y es que el pasado jueves 14 de noviembre hizo parada en la Casa de la Cultura de Fontanar, aprovechando la invitación cursada por alguna mente tan alocada como econoplástica con el cometido de convertir su pueblo en un paraíso fiscal… Allí se plantó una nutrida representación de los Econoplastas (dos en concreto) para presentar un libro que va camino de convertirse en best seller: ‘Cuentos chinos de la Economía y otros chascarrillos para acabar con el sistema’. Pero es que, en un intento de optimizar recursos (el desplazamiento, vaya) los Econoplastas aprovecharon la ocasión para meter la chapa ‘Donde dije crisis, digo estafa’, enmarcada dentro de su famosa campaña de Misiones Ecopedagógicas.
Tras superar las inclemencias meteorológicas (qué frío), el tándem econoplástico entró en calor al recibir, antes de comenzar, el obsequio de una bolsa de níscalos (y la promesa de recibir más dependiendo del triunfo, o no, de la charla). El caso es que una decena de personas se dieron cita en una sala de la Casa de la Cultura donde el econoplasta más plasta comenzó a desgranar el origen del libro de los ‘Cuentos Chinos’. Después, sin tiempo siquiera para respirar, el econoplasta más plasta enlazó con la chapa ‘Donde dije crisis, digo estafa’.
Tras repasar el castillo de naipes en que se ha convertido la economía financiera, con sus derivados, primas de riesgo y todo, claro; se analizaron las distintas estrategias que vienen a demostrar que la actual situación no es una crisis: es una estafa. Después, se vieron de manera somera algunas alternativas (dentro del sistema capitalista) y se emplazó a analizar otras en una futura visita (que la habrá). Tras más de dos horas y media de chapa, el público no acusó al cansancio, al contrario: se inició un interesante coloquio que, de no ser por el límite horario, hubiera dado para mucho más. Vamos, que nuestro regreso a Fontanar, que se quedó a las puertas de convertirse en paraíso fiscal, es seguro. Al final, y como muestra indudable del éxito cosechado, antes de iniciar al regreso a la capital del Berlín del Henares, los Econoplastas fueron obsequiados con… ¡otra bolsa de níscalos! Muchas gracias.