El pasado jueves 20 de febrero una comitiva de rinconeros y econoplastas acudimos al IMPACT HUB MADRID a participar en su actividad de Micro(me)cenas: cuatro proyectos ecosociales se presentan durante una cena, con un tiempo máximo de siete minutos cada uno, y el que más votos obtiene del público se lleva la recaudación de la noche.
El lugar es muy interesante, como se puede apreciar en parte en la imagen inferior. Unas antiguas cocheras que acogen ahora un montón de proyectos ecosociales. Hay toque vintage reciclado pero más lustre y patrocinadores que en los espacios de coworking alcarreños (léase Karaba).
20.15 horas: El equipo lento, como no podía ser de otra manera, irrumpe de los últimos al recinto (la verdad es que llegamos con tiempo, pero entre unas cosas y otras…). Recogemos nuestro papel para votar, nuestro pack para la cena y nos sentamos bien cerquita del escenario.
20.45 horas: Comienza la presentación del primer proyecto: Leoteca. Un econoplasta señala con un puntero láser los ojos de la emprendedora lo que le hace ponerse nerviosa. El speech no fluye y tampoco mejora cuando saca una hoja con notas de apoyo y se encuentra con una lista de la compra que otro econoplasta ha introducido en su chaqueta a cambio de su chuleta aclaratoria. Tiene que improvisar una carta de una niña que no aporta puntos al proyecto. El vídeo muestra que Leoteca (una red social de pequeños lectores) está muy bien, pero el conjunto de la presentación ha sido perfectamente boicoteado: un rival menos.
21.00 horas: Empieza su presentación el representante de Rider State, una aplicación/juego para la bici. ¡Peligro! La bici es uno de los elementos más revolucionario de nuestra sociedad, luego puede ser un competidor claro. No hay problema, un econoplasta disfrazado de azafato del evento boicotea el proyector y en dos ocasiones se estropea la presentación: bici al suelo.
21.15 horas: Es el turno del Rincón Lento. Ana O. hace una presentación elegante a la par que divertida de nuestro espacio sin igual. Al mismo tiempo van saliendo en el proyector numerosas fotos y conceptos en torno a los tres ejes del espacio: consumo responsable, cultura creativa y transformación social. El público ha recibido el mensaje y hasta el presentador confiesa que va a votarnos. «Me ha gustado mucho», llega a soltar por el micro. Podríamos coger ya el cheque pero hay que esperar al cuarto proyecto.
21.30 horas: Turno de HealthEye una red social para unir a personas con la misma enfermedad rara. ¡Oooooh no! Fotos de niños, discurso directo y entretenido, apelación al “te podría pasar a ti”… Puede ser un candidato serio… si no fuera porque mientras la gente cenaba, un econoplasta manipuló su presentación y justo al final colocó una diapositiva llenita de logos de grandes multinacionales farmaceúticas. Las mismas que no investigan esas enfermedades raras porque no les sale rentable algo con tan poca clientela… ¡Hundido!
Unos minutos de espera y and the winner iiiiiiiiis: ¡¡¡¡¡¡EL RINCÓN LENTOOOOOOO!!!!!
¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias!
Unos saltos de alegría, unas fotos y a celebrarlo al bar de enfrente en el que un econoplasta invita a toda la delegación a cerveza, vino (no tenían www.thewinelove.com…) y mostos. We are the champioooooooons!!!
ATENCIÓN: Esta entrada es un falso documental. Su contenido solo es parcialmente verdadero (lo bien que lo hizo Ana y poco más). Nos hemos visto en la obligación de hacer este documental (y quitar en un momento de despiste el cheque a las ganadoras de Leoteca para hacernos la foto) porque queríamos denunciar algunas cosas:
1. El injusto sistema de voto de esta simpática iniciativa (completamente justo si hubiéramos ganado).
2. La evidente contradicción de organizar un catering eco lleno de envases de plástico, aluminio y papel que no se reciclaron al final (cuando organicemos un evento de este tipo los econoplastas pondremos un perolo comunitario de gachas y 50 porrones de vino).
3. Los econoplastas nunca invitarían a un grupo numeroso de personas (ni siquiera en una celebración).