Iba alegre la lechera camino del mercado. Con paso vivo, sencilla y graciosa, sostenía sobre su cabeza un cántaro lleno de leche. Ese día se sentía realmente feliz y a medida que se iba acercando al pueblo, su dicha aumentaba. ¿Por qué? Porque la gentil lechera caminaba acompañada por sus pensamientos y con la imaginación veía muchas cosas hermosas para el futuro.
Sí —pensaba—. Ahora llegaré al mercado y encontraré enseguida comprador para esta riquísima leche. Con los beneficios que obtenga haré también quesos, helados e incluso enriqueceré la leche con Omega3 para atraer a un público más preocupado por su salud arterial. Sin duda, estos productos han de pagármelos a buen precio, que bien lo valen. En cuanto consiga el dinero, allí mismo compraré un canasto de huevos. Lo llevaré a mi cabaña y de ese montón de huevos, lograré sacar, ya hacia el verano, cien pollos por lo menos. ¡Ah, que feliz me siento de pensarlo solamente! Me rodearán esos cien pollos piando y piando y no dejaré que se le acerque zorra ni comadreja enemiga.
Una vez que tenga mis cien pollos, volveré al mercado. Y entonces, entonces… los venderé para comprar un cerdo. Sí, un cerdo, no muy grande, un lechoncito rosado. ¡Ya me encargaré yo de cebarlo e incluso de cultivar en la parcela de mi granja el maíz que sirva de alimento! Crecerá y se pondrá gordo. Será un cerdo enorme, con una barriga que ha de arrastrarse por el suelo. Yo lo conseguiré.
Siguió la lechera su camino, sonriendo ante la idea de ser dueña de tan robusto animal. ¿Qué haría después? Lo pensó un instante. Y otra vez una sonrisa de felicidad iluminó su linda carita.
Claro está. Ya sé lo que me conviene. Ese cerdo magnífico bien valdrá un buen dinero. ¡Con él me compraré una vaca! Y me uniré a la cooperativa láctea local para poder acceder a las subvenciones que ofrece la Diputación y así construir una granja sofisticada basada en la organización científica del trabajo, con los animales estabulados en pequeños recintos y bien enchufados a las máquinas de piensos, clembuteroles y antibióticos. Así, aumentaré la producción de leche y las ventas a través de grandes descuentos, tarjetas de fidelización y packs de ahorro “compra 2 bricks de leche y paga 3”.
Ya salía del pueblo y el torrente de pensamientos era imparable: Y abriré una tienda online www.lagentillechera.com que me abrirá a otros mercados y clientela más lejana. Y compraré acciones de alguna starp up que me ayudará a invertir en I+D y crear una aplicación del iPhone para ordeñar virtualmente a las vaquitas. El aumento de mi cuota de mercado me permitirá hacer uso de una posición dominante y absorber todas las otras empresas de la comarca. Me extenderé a través de cientos de franquicias que abrirán lecherías en cada esquina importante de las grandes ciudades e Incluso podré invertir millones de euros en publicidad: contrataré a un youtuber para que haga streamings mientras bebe mis productos y aprovecharé el big data para que salten mis anuncios en los más rentables perfiles de las redes sociales.
La lechera cruzaba el puente que daba acceso al pueblo cada vez más excitada y excitada: Externalizaré la producción a China para ahorrar costes a través de un acuerdo con una empresa local. Exportaré todos mis productos elaborados para niños, para abuelos, para deportistas, para perros y para gatos…
Ya se imaginó la lechera correteando junto al resto de consejeros, ejecutivos, financieros y becarios de su empresa. Y al pensarlo, rio alegremente al tiempo que daba un gran salto de euforia…
¡Ay, cuánta desdicha siguió a su alegría! Al dar el salto, cayó de su cabeza el cántaro que se rompió en mil pedazos. La pobre lechera miró desolada cómo la tierra tragaba el blanco líquido. Ya no había leche, ni habría pollos, ni cerdo, ni vaca, ni crecimiento empresarial, ni cuentas en paraísos fiscales, ni derivados financieros… Todas sus ilusiones se habían perdido para siempre junto con el cántaro roto y la leche derramada en el camino. ¡Me cago en la leche!
Actividad: Coloca ejemplos que aparecen en el cuento dentro de las diferentes acciones y estrategias de la empresa para lograr un mayor crecimiento.