El experto en comunicación Henry Jenkins, que estudia el desarrollo de los medios de comunicación y la forma en la que los integramos en nuestras vidas, es uno de los teóricos que están definiendo un concepto que se está desarrollando rápidamente con las nuevas tecnologías, que es el de la Inteligencia Colectiva. Es éste un concepto ya antiguo, descrito por Kropotkin que además de teórico anarquista (“La Ayuda Mútua”, “La conquista del pan”,…) era naturalista, describió cómo comunidades de pequeños animales e insectos como las abejas u hormigas actúan en conjunto como un solo organismo, dando lugar a este tipo de inteligencia que surge de la colaboración entre los individuos.
Henry Jenkins afirma que estamos pasando de una cultura del espectador a una cultura de la participación. O dicho de otra forma, el sistema de comunicación de masas, basado en medios controlados por unas pocas empresas, con una estructura vertical y en el cual la ciudadanía actuaba como mera consumidora de información, está dando paso a otro sistema de comunicación en el cual cualquier persona puede generar esa información. A través de la Red todos tenemos la posibilidad de aportar y de aprovechar esa suma de conocimientos aportada por el resto de internautas, que reconocemos como personas adultas
Para generar dichos contenidos tenemos al alcance infinidad de herramientas, la mayoría de ellas gratuitas: wikis (como wikipedia o el Vivero de Iniciativas Ciudadanas), blogs, redes sociales, vídeos (veoguadatv.com), presentaciones prezi, radios libres a través de podcast (como el Colectivo Burbuja o los Sonidos de mi Barrio), revistas digitales con issuu,… que contribuyen a democratizar esa información con el fomento de estructuras horizontales. Dentro de la filosofía del libre acceso a la cultura, se está desarrollando muy rápidamente también el modelo de licencias Creative Commons, según el cual el creador es quien decide el nivel de privacidad que establece para su obra (como nuestros Cuentos Chinos)
Como instrumentos de coordinación para generar dichos contenidos existen googlegroups, dropbox y wetransfer.com entre otras, instrumentos estos dos últimos acusados de consumir ingentes cantidades de energía para conservar sus naves industriales de discos duros funcionando las 24h del día todos los días del año.
Para financiar estas iniciativas podemos buscar en nuevas ideas como coworking, crowfunding, banca ética, Comunidades de Autogestión Financiera (CAF), Proyecto de Banca sin Intereses (JAK) o incluso la Banca P2P (la banca sin bancos)
Entre las críticas a este modelo está el hecho de que no toda la población tiene acceso a esas nuevas tecnologías (por estatus social, edad, localización,…), ¿estamos excluyendo de nuevo a las clases más bajas, o a regiones enteras empobrecidas? Otra de ellas es el hecho de que si cualquier persona puede generar contenidos, se puede estar menospreciando la profesionalidad de periodistas, historiadores, científicos,…
Este proceso está contribuyendo a construir la Red como un punto de encuentro de movimientos sociales, políticos y contraculturales que hasta hace pocos años contaban con medios de expresión con un alcance muy limitado, al que también contribuían el sectarismo y la desconfianza mutua de estos movimientos: ONG’s, punks, movimiento obrero, ecologistas, artistas urbanos,… ¿Alguien se imagina a todo este conglomerado actuando conjuntamente antes del movimiento antiglobalización y el estallido de la tecnología como medio de difusión y coordinación?
Hoy en la Red encontramos:
– proyectos de contrainformación (Diagonal, Rebelión, Haine, Sindominio, Nodo50, Indymedia,…),
– proyectos de arte social y político (Consume hasta morir de Ecologistas en Acción, la Fiambrera Obrera,…),
– proyectos de comunicación con espíritu pedagógico y de difusión de iniciativas (recursos de ATTAC, Boletín REAS, cooperativa econoPlasta,…),
– informes temáticos de colectivos que trabajan sobre temas muy concretos (como los informes de SETEM sobre las relaciones entre la Banca y las empresas de armamento o los que hablan sobre las condiciones laborales que imponen las macas de moda)
– proyectos de lucha desde la web (Hacktivistas, Anonymous, Wikileaks,…), imprescindible el recién publicado Kit de la lucha en Internet, de Margarita Padilla, por Traficantes de Sueños,
– proyectos ciudadanistas (Plataforma de Afectados por la Hipoteca, asociaciones de consumidores o asociaciones de afectados por las participaciones preferentes)…
y lo que es más importante, eliminando prejuicios y pensando cada vez más como comunidad, desarrollando esta inteligencia colectiva para construir la Sociedad en la que queremos vivir.
Germán Ferrero